Quien cuida la higuera comerá su fruto, Y el que mira por los intereses de su señor, tendrá honra. Proverbios 27:18
¿Tu relación con el Padre celestial es de deber o de compromiso, de deuda o de devoción? Dios, que es amor, desea que tu comunión con Él esté motivada por tu afecto personal, creciente y demostrable hacia Él (1 Juan 4:8). Por eso proclamó: “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón” (Deuteronomio 6:5-6). Tu Padre celestial desea tener una relación contigo. Aunque podría haber existido para siempre sin crear a la humanidad, te hizo para Él y dio a Su Hijo para que pudieras reconciliarte con Él para siempre.
Como hijo suyo, eres libre de amarle por lo que es, por lo que ha hecho y por todo lo que hará por ti. Y cada día es una oportunidad para expresar tu agradecimiento y devoción a Jesús. Por lo tanto, ¡hazlo! En primer lugar, puedes expresar tu amor por Él con tus palabras. No existe verdadera intimidad en un matrimonio sin interacción verbal, aliento y alabanza. Del mismo modo, Dios quiere oírte proclamar Sus excelencias y tu cuidado por Él. Así que ddile por qué está agradecido con Él. En segundo lugar, demuestra tu amor por el Señor con una obediencia alegre. Trabaja de corazón en las tareas que Él te da, honrando a Cristo como tu Maestro. Sirve a los demás con compasión y comprensión como Su embajador en la tierra.
Amigo, cuanto más conozcas a Jesús, más te preocuparás por Él. Y cuanto más lo ames, más apasionadamente querrás honrarlo. Es un círculo divino de devoción lleno de increíbles bendiciones. Así que no te contengas; expresa hoy tu amor incondicional por Él.
Señor, ¡cómo te amo! Anhelo mostrarte mi gratitud y devoción en todo lo que hago. Que las palabras de mi boca y las obras de mis manos demuestren cuán profundamente me deleito en Ti. Ayúdame a servir a los demás con el amor y el cuidado que Tú me has mostrado, y que pueda reflejar Tu gloria en todas las cosas. Gracias por el don de Tu presencia y la oportunidad de acercarme a Ti cada día. Me ofrezco a Ti, Señor, con un corazón lleno de amor y alabanza. En El Nombre de Jesús, Amén.
