El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonra, Y con los hermanos compartirá la herencia. Proverbios 17:2
Aún cuando vivas la vida en el centro de la voluntad de Dios, habrá momentos de angustia y dificultad. José amaba al Señor y le obedecía, pero fue vendido a la esclavitud egipcia. David fue el rey ungido sobre Israel; sin embargo, esperó años para tomar el trono. Los problemas llenaron las vidas de estos dos hombres. Más tarde, José fue acusado injustamente por la mujer de Potifar y encarcelado. Por otra parte, la vida de David se convirtió en una pesadilla cuando el rey Saúl lo persiguió y trató de matarlo.
En tiempos difíciles, las bendiciones de la sabiduría y las claves de la victoria se encuentran en aprender a vivir con una perspectiva eterna y honrar al Padre pase lo que pase. David y José confiaron en las promesas de Dios y esperaron la liberación del Señor aunque tardaron años en hacerse realidad. Esto demuestra que ningún propósito de Dios puede frustrarse (Job 42:2). Siempre es sabio confiar en Él.
Lo mismo vale para ti. Así que hoy reflexiona: ¿Cuán comprometido estás con el plan de Dios? ¿Estás dispuesto a esperar Su tiempo para alcanzar las metas que ha puesto ante ti? El Padre usará tus pruebas para prepararte para mayores bendiciones. José se sometió al Señor, y Dios lo usó para salvar a la nación de Israel de morir de hambre. David superó la adversidad y se convirtió en uno de los reyes más grandes de Israel y en el antepasado del Mesías. Del mismo modo, el Padre tiene un plan mayor para tu vida que lo que puedes percibir desde tu punto de vista humano. Así que permítele tener todo de ti. No le retengas nada, y experimentarás la buena mano del Señor guiándote a través de cada prueba y cumpliendo cada promesa em tu vida.
Señor, confío en Ti para que me guíes. Es tan difícil esperar y aún más difícil cuando surgen las pruebas. Pero te honraré con amor, obediencia y devoción. Ayúdame a permanecer paciente, sabiendo que Tu tiempo es perfecto. Dame fuerza para soportar las dificultades y confiar en Tu buen plan para mi vida. Que pueda honrarte en cada circunstancia y no ocultarte nada. Someto mis planes a Ti, sabiendo que Tú los llevarás a buen término de Tu manera perfecta. En el nombre de Jesús, Amén.
