Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez. Proverbios 19:20
Puede empezar como un suave tirón en tu espíritu o una punzada en tu corazón. Puede presentarse en forma de un pensamiento súbito de una situación que ha estado bloqueando avances en Tu vida . De repente te das cuenta de que deberías estar prestando atención a algo importante. Tal vez estás escuchando un sermón y sientes que Dios te dice que le sigas en obediencia. O tal vez entras en un restaurante y te sientes lleno de temor, como si tuvieras que irte rápidamente.
Si eres creyente, lo más probable es que estos sentimientos sean el impulso del Espíritu Santo, que siempre te guía para que comprendas, aceptes y cumplas la voluntad del Padre. Él es quien habla a tu corazón, advirtiéndote del peligro y animándote a someterte a Sus propósitos. ¿Por qué? Porque Él es el Guía confiable que te ha sido dado por Dios para que puedas vivir una vida piadosa. El Espíritu Santo te da poder para resistir el pecado, obedecer a Dios y entender las Escrituras. Es a través de Él que una relación con el Señor se hace real en tu vida.
Si aprendes a dejarte guiar por los impulsos del Espíritu Santo, reconocerás Su voz cada vez más. Con el tiempo, empezarás a ver realidades espirituales que sólo puede percibir una persona que está en constante comunión con el Padre (Salmo 25 14). Debido a que el Espíritu Santo vive dentro de ti, tienes la presencia constante del Señor guiándote en el camino a seguir. Así que no lo des por sentado. Ríndete al Espíritu Santo, sométete a Sus impulsos y depende de Su capacidad más que de la tuya. Él te enseñará cómo vivir una vida que agrade a Cristo y también te permitirá experimentar a Dios de maneras que nunca imaginaste posibles.
Espíritu Santo, hazme consciente de Tus impulsos. Abre mi corazón para escucharte fielmente, para que pueda seguir a Cristo y glorificarlo. En El Nombre de Jesús, Amén.
