Hijo mío, escucha la enseñanza de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre; porque adorno de gracia serán a tu cabeza, y collares a tu cuello. Proverbios 1:8-9
El libro de los Proverbios es una fuente de conocimiento para todos los aspectos de la vida, así como para los asuntos familiares. Leer sus mensajes es encontrar las más valiosas perlas de sabiduría. En este sentido, propongo algunas reflexiones que se desprenden de este hermoso libro.
«En el temor de Jehová está la fuerte confianza; y esperanza tendrán sus hijos» (Pr 14:26). Vivimos tiempos de inquietud social, y no siempre sabemos en quién depositar nuestra confianza. Pero en el Señor, todo es certeza y garantía, qué mejor que confiar en aquel que todo lo puede, todo lo conoce y todo lo gobierna. Ese es nuestro Padre de los cielos. Aférrate a Él.
«La blanda respuesta quita la ira; mas la palabra áspera hace subir el furor» (Pr 15:1). Una palabra cariñosa puede derribar cualquier tensión. Nunca pienses que el abuso verbal o las palabras fuera de tono contribuyen a la disciplina, a la corrección o a la comunión fraterna, porque no es así. Ejercitar el arte de hablar correctamente es una práctica que resuelve muchas dificultades.
«El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos» (Pr 17:22). La mejor actitud es ser positivo. El buen humor es una de esas virtudes de las que deberíamos hablar más en casa con nuestros seres queridos. Hay familias antipáticas que viven de forma depresiva e insana. Hay familias frívolas que viven bajo la dictadura de las emociones descontroladas. Y hay familias felices con un buen humor equilibrado, que es muy saludable.
Estos son sólo algunos refranes del hermoso libro de los Proverbios. Hay muchos más, y todos con una sabiduría prodigiosa. Lee el libro. Léelo a solas, en tu adoración personal. Léelo en grupo, en la adoración familiar. Intenta aplicar a tu vida diaria los pensamientos que allí se encuentran. Intenta vivirlos, porque para eso fueron escritos, y porque de seguro que con ellos, la gloria que darás al Señor, será siempre mayor.
Dios Te Bendiga.