Y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Efesios 4:24
Algunos de los vídeos más vistos en Internet se titulan Life Hacks, que significa algo así como “Trucos para vivir”. Por regla general, estos vídeos se refieren a ciertas propuestas que mejoran nuestra existencia. Es interesante observar que, en un contexto espiritual, la mayoría de estos consejos suelen estar en armonía con la mayoría de las religiones. Veamos:
Aplica la regla de oro y empatiza con los demás.
Trabaja por tu propia felicidad.
Céntrate en el presente para organizar tu vida personal.
Volver a dar prioridad a los asuntos materiales.
Interactuar con la comunidad.
Asumir la responsabilidad de nuestros actos.
Estamos de acuerdo con estos y otros consejos, pero, a mi modo de ver, falta un elemento circunstancial que permite que esta lista deje de ser sólo un paquete de sugerencias éticas y pase a formar parte de una relación espiritual que realmente de satisfacción al alma humana: ponernos en manos de Dios. No hay forma de que estos consejos sean relevantes si no nos apoyamos en quien los hace relevantes. Si Dios no forma parte de ellos, no son más que ideas escritas en un papel.
La ética es esencial, pero la historia está llena de buenas intenciones que se centraron única y exclusivamente en los elementos humanos. Al fin y al cabo, olvidaron la razón de cualquier cambio: Dios.
Me atrevo a darte algunos trucos para la vida: (1) No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti y ama a Dios con todo tu corazón. (2) Materializa ese amor haciendo felices a los demás. (3) Aprovecha al máximo cada oportunidad presente. (4) Con la ayuda de Cristo y la perspectiva adecuada, pon las cosas en su justo lugar. (5) Comparte esta experiencia con los demás. (6) Y si, por el motivo que sea, fracasas, vuelve a ponerte en manos de Dios, y Él te convertirá en una persona nueva, dándote una visión maravillosa de la vida y de ti mismo, que de seguro, va a permitirte avanzar, en el plan que ha diseñado para ti.
Si pones en práctica estos consejos, no sólo vivirás mejor, sino que verás que el secreto del éxito es estar conectado con el Señor.
Padre, que te ponga a Ti, en primer lugar sobre todas las cosas, pues sólo asi, total y verdaderamente, mis pasos serán los correctos, para alcanzar Tu voluntad en mi vida, que es lo único que plenamente llenará mi alma y mi espíritu. Ayúdame a lograrlo, Señor. Te lo pido, En El Nombre de Jesús, Amén.
