Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Salmos 19:1
El versículo de hoy, es un excelso llamado a ver el poder del Señor, en el esplendor del universo, y su majestad en la obra de la creación. Dios ha dejado sus huellas en la creación. La inmensidad de los mundos estelares, las galaxias con sus múltiples soles y estrellas, son pruebas de la insondable grandeza del Creador. Pero si la naturaleza proclama un mensaje a la vista, la ley del Señor proclama un mensaje al oído. Si la creación proclama el poder de Dios, su ley habla de su gracia.
La ley del Señor es fuente de consuelo, porque es perfecta y restaura el alma. Los corazones más atribulados encuentran en la Palabra de Dios una fuente de refrigerio. Los que andan errantes ven en ella una luz que ilumina su camino. Los que yacen en las espesas sombras de la confusión mental reciben de la Palabra la verdadera sabiduría. A través de la Palabra encontramos la vida, pues es espíritu y vida. Encontramos la liberación, pues Jesús dijo: “Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Jn 8,32). A través de la Palabra somos sondeados por Dios, pues al leerla nos investiga. Mediante la Palabra somos santificados, pues Jesús dijo en su oración: “Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad” (Jn 17,17).
Pidamos al Señor, la vocación, la disciplina y la perseverancia, para mantenernos firmes en hacer que Su Palabra, sea fructífera, edificante y penetrante en nuestro corazón y nuestro espíritu, para que cosechemos las abundantes bendiciones, que de ella, trae El Señor, a todos cuánto le siguen, con fidelidad y veradero compromiso.
Asi sea hecho en Tu vida.
Dios Te Bendiga.