Pero por la gracia de Dios soy lo que soy. (1 Corintios 15:10)
Sin duda cientos de veces al día, exactamente como Sus bondades “cada mañana se renuevan,” así Su gracia siempre es fresca para las necesidades de nuestras vidas.
Cuando caminas con el Señor, tu vida no estará mágicamente libre de problemas. La naturaleza esencial de la vida en este planeta significa que regularmente te toparás con dificultad, presión, necesidad y una sensación de impotencia.
Somos demasiado pobres, demasiado débiles para poder con las cosas que la vida nos arroja.
Pero el poder de Dios está adaptado perfectamente para esas situaciones. Su “poder se perfecciona en la debilidad”
Su gracia es la respuesta perfecta a nuestras necesidades diarias.
Dios es grande; nosotros no necesitamos serlo…
Dios quiere ayudarte . Pídele que te ayude y te proteja de los que te atacan. El Señor es amoroso, protector y tierno contigo, pero actúa como un campeón poderoso y temible interviniendo a tu favor.
¿Hay circunstancias en tu vida con las que crees que no puedes lidiar? Clama por la gracia del Señor, y confía en tu Padre en el Cielo. No trates de dirigir la gracia de Dios de acuerdo con lo que tú puedas pensar que necesita hacerse; más bien, pídele que haga lo que Él sabe que es lo mejor para ti.
¿Te encuentras en circunstancias que quisieras poder cambiar aun cuando no tienes poder sobre éstas? ¿Tu corazón está quebrantado, sin posibilidad aparente de ser restaurado? ¿La vida es demasiado difícil, y te sientes impotente?
Éstas son ocasiones en las que se necesita la gracia. La gracia te lleva adonde tú quieres estar, pero no puedes llegar solo. Observa la gracia de Dios en tu vida y dale las gracias por suplir lo que necesitas de la vida.
Señor, oro por aquellos que se encuentran hoy en medio de una gran tormenta. Está presente en ellos, confórtalos y guíalos por el camino correcto. Confío en tu cuidado para que también me acompañes en mis propias tormentas. En El Nombre de Jesús, Amen