Devocional:
Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro. 2 Pedro 1:19
Cuando el Señor invitó a Pedro, Santiago y Juan a subir a una montaña con Él, sus vidas cambiaron para siempre por lo que vieron y oyeron. Cuando Jesús se transfiguró ante ellos, quedaron atónitos ante un deslumbrante despliegue de Su gloria: Su rostro brillaba como el sol, Sus vestidos se volvieron de un blanco resplandeciente y una nube brillante los cubrió a todos. Entonces oyeron una voz desde la nube que decía: “Éste es mi Hijo amado… ¡escuchadle!”. (Mateo 17:1-5).
Pero años más tarde, cuando Pedro describió esta asombrosa experiencia en una carta a los creyentes, pudo decir que sabía que había algo aún mayor: “la palabra profética más segura” (2 Pedro 1:19). Por eso, el mensaje que Pedro recibió en la montaña es también el más importante para nosotros: “Escucha a Jesús”.
Hoy el Señor nos habla a través de Su Palabra. Aunque muchas personas confían en sus propias experiencias para orientarse, la Biblia es la voz autorizada de Dios: es una lámpara que brilla en las tinieblas y nos muestra la verdad (Salmo 119:105). Cualquier mensaje que no concuerde con las Escrituras es falso. ¡Qué bendición tener una norma tan segura! Merece nuestra atención por encima de todo.
Gracias Padre por revelarnos en Tus Santas Escrituras todo lo que necesitamos para vivir por Tu voluntad, servirte con fidelidad y tener fe en Tus promesas eternas, sin dudar ni un instante que Tu mano perfecta, sostiene y salva a cada uno de los que en Ti creen. En El Nombre de Jesús, Amén.