Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud. (Proverbios 5:18)
En Proverbios 5, el “manantial” simboliza la familia que mana de ti. Puesto que Dios es el Creador de la familia y te la ha dado para ayudarte a comprender tu relación con Él, desea que tu familia sea fuerte y sana.
Por desgracia, no siempre es así. Debido a este mundo caído, las familias experimentan conflictos, rupturas y ataques continuos del enemigo. Quizá hoy sepas algo de eso. Tal vez, mientras lees esto, tu familia no sea todo lo que desearías que fuera. Pero anímate. Por muy sombría que parezca tu situación, hay esperanza, porque el Señor ha dado pautas para fortalecer tus relaciones con tus seres queridos.
Deuteronomio 6:5-7 es el fundamento de Dios para una familia fuerte: “Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.”. Primero, mantén a Dios en el centro de tu vida. En segundo lugar, enseña Su Palabra a quienes te rodean, no sólo con palabras, sino también con tu ejemplo constante y amoroso. Parece sencillo, pero requiere trabajo duro.
Tú juegas un papel importante en que tus seres queridos sean bendecidos. E incluso si no tienes hijos, tus hijos son mayores, eres soltero o tu familia está dividida, nunca es demasiado tarde para empezar a ser una fuerte influencia para el bien de los demás. Así que haz brillar Tu luz allí donde estés y ama a quienes te corresponde amar. Deja que Dios fortalezca tus relaciones honrándole en todo lo que hagas. Porque cuando tu relación con Él sea tu máxima prioridad, influirás no sólo en los que te rodean, sino también en las generaciones futuras. Y tu fuente será bendecida.
Padre, Tú conoces mis esperanzas para mi familia. Ayúdame a exaltarte para que mis relaciones se fortalezcan y Tú seas glorificado. En El Nombre de Jesús, Amén.