No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. (Isaías 43:18-19)
El pueblo de Israel había sido liberado de las manos del faraón, habían experimentado verdaderos milagros al salir de aquella tierra de tortura y esclavitud. Pero poco después de experimentar poderosos prodigios, comenzaron a murmurar que sentían nostalgia. Entraron en el desierto y caminaron allí durante 40 años. Un viaje hacia la victoria que podría haberles llevado casi nada de tiempo se convirtió en una peregrinación. Después de todo, “Egipto” estaba arraigado en su forma de ver y vivir la vida. ¿No es así también con nosotros?
Cuántas veces el Señor obra verdaderos milagros en nuestros corazones, transforma nuestra forma de pensar y nos da un nuevo aliento de vida, pero insistimos en mirar atrás, buscando en el pasado las razones de alguna prueba presente, o tratando de encontrar los porqués de aquello que no pudimos en algún momento alcanzar. El hecho es que Dios nos ha liberado. ¿Por qué insistir en lo pasado? ¿Por qué insistir en sentir el dolor que Dios ya ha curado? Esto es obra del enemigo… ¡Esto es masoquismo!
Una vez me asaltó una tristeza inexplicable. No entendía por qué me angustiaba. Clamé a Dios para que alejara de mí esos sentimientos. En ese momento senti dentro de mi la inspiración de sentir que se no era mi lugar, Inmediatamente traté de comprender porque este pensamiento había sido puesto por El Señor en mi corazón. Me di cuenta de que el enemigo me estaba llevando a un lugar que ya no me pertenecía. Me recordaba tiempos pasados, situaciones que había vivido y que me oprimían. Ese lugar ya no me pertenecía. Dios me trajo a un presente lleno de paz y me reveló un futuro lleno de esperanza (Jeremías 29:11).
Esto es lo que Dios tiene para mí y para Ti, ¡Él está haciendo algo nuevo! Así que deja de mirar atrás y sigue avanzando hacia la meta. ¡No permitas que las situaciones del pasado te traigan miedo y te impidan avanzar hacia lo nuevo que el Señor ha hecho para Ti!
Señor, que no caiga en la trampa del remordimiento, la duda, o la tristeza de mis errores o fallos del pasado. Que ponga la mirada en Tus promesas de bienestar, paz y protección, con las que has de bendecir a cada uno de los que fielmente te siguen. Asi sea. En El Nombre de Jesús, Te lo pido, Amén.
