Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden. (2 Corintios 2:15)
Una experiencia que tuve, me recuerda cuán maravilloso es confiar en Dios y cómo su amor se manifiesta en los detalles más pequeños de mi vida.
Me encantan los perfumes y los jabones líquidos que huelen deliciosamente bien. No puedo resistirme a un jabón que deje un aroma fresco en mis manos. Sin embargo, la vida no siempre ha sido fácil, y en momentos de dificultades financieras, he tenido que aprender a ajustar mi presupuesto.
Un día, mientras estaba en una tienda, sostenía una botella de jabón líquido y pensaba en comprarla. Pero entonces, algo me detuvo. Sentí una impresión en mi corazón que me recordó: “¡Yo soy Quien se ocupa de todas tus necesidades!“
Esa voz interna me hizo dejar el jabón en la estantería y confiar en el Señor. A veces, tomar decisiones basadas en la fe puede ser difícil, pero Dios siempre está cuidando de mí.
Al día siguiente, algo sorprendente sucedió. Una compañera de clase, alguien con quien no tenía una relación cercana, se acercó a mí. Ella me expresó su gratitud por la ayuda en una asignatura difícil y me entregó una bolsa. Dentro de la bolsa, encontré no solo un jabón líquido excelente, sino también varios tipos de jabón.
La sorpresa y la emoción me abrumaron. ¿Cómo podía mi compañera saber lo que necesitaba, incluso sin haber hablado de ello? Entonces, recordé las palabras que Dios me había susurrado: “¡Yo soy Quien se ocupa de todas tus necesidades!”
El versículo en 2 Corintios 2:15 me dice que yo soy “el aroma de Cristo” en este mundo. Al confiar en Dios y permitir que Su amor me guíe, puedo esparcir un aroma de vida a mi alrededor. Así como yo confié en Dios y recibí un regalo inesperado, también puedo confiar en que Dios cuida de mí en los detalles más pequeños.
Que este devocional en primera persona te inspire a confiar en Dios y a esparcir el aroma de Cristo en tu vida diaria. Recuerda siempre que Él se ocupa de todas tus necesidades y cuida de ti en cada detalle.
Oración:
Señor, gracias por ser Quien cuida de todas mis necesidades. Ayúdame a confiar en Ti y a esparcir el aroma de Cristo en todo lo que hago. Que mi vida refleje Tu amor y gracia a aquellos que me rodean. En el nombre de Jesús, amén.
