No se aparte tu corazón a sus caminos; No yerres en sus veredas. (Proverbios 7:25)
Hoy tendrás muchas opciones: pasos que puedes dar hacia Dios y pasos que puedes dar para alejarte de Él. De hecho, es posible que una o varias de esas elecciones te ronden por la cabeza ahora mismo. Estas decisiones son tanto a pequeña como a gran escala, y plantean preguntas como las siguientes ¿Mostrarás fe en los retos a los que te enfrentas, o te dejarás gobernar por tus emociones? ¿Harás con valentía lo que el Señor te ha ordenado que hagas, o cederás a tus miedos e intereses personales? ¿Confiarás en que el Padre satisfaga tus necesidades, o satisfacerás tus deseos a tu manera?
Puede que tengas la tentación de “seguir a tu corazón”, pero la Escritura es clara: “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo comprenderá?”. (Jeremías 17:9). Si te sometes a lo que te parece natural -lo que sueles hacer por costumbre o instinto-, lo más probable es que te encuentres en apuros. Pero “todos los caminos del Señor son misericordia y verdad” (Salmo 25:10). Él nunca dejará de guiarte por el mejor camino.
Date cuenta de que, tanto si las decisiones que tomas hoy son minúsculas como monumentales, con ellas avanzas por el camino de tu futuro. Pero tienes una elección: puedes permitir que Dios gobierne tu corazón. Puedes negar la naturaleza caída que hay en ti y honrar al Señor, confiando en que Su camino conduce a la sabiduría, a un carácter más grande, a la recompensa eterna y a una relación más profunda con tu Creador. Así que haz la elección con las decisiones importantes que tienes hoy. Disciplina tu corazón para seguir a Dios con fe. Y ten confianza en que, cuando lo hagas, habrás dado pasos en la dirección correcta.
Oración:
Padre, te elijo a Ti. Por favor, dame el discernimiento y la fuerza para seguirte y mantener mis pies plantados en el camino de Tu voluntad. En El Nombre de Jesús, Amén.