Devocional:
Y acercándose Elías a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si Jehová es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra. (1 Reyes 18:21)
¿Has tenido alguna vez uno de esos días de indecisión? Normalmente soy una persona decidida, pero hay momentos en los que simplemente no puedo tomar una de las alternativas que se me presentan, pues la duda gana la batalla. Puedo estar remodelando una ventana en alguna habitación y caer de repente en una tremenda indecisión. Por supuesto la reparación de una ventana no representa algo de vital importancia, pero la indecisión sí, cuando está duda se traslada a nuestra fe en Dios.
Así ocurrió con Israel en tiempos de Elías. Durante 85 años, la nación de Israel había vacilado entre los dioses falsos y el Dios verdadero. Como no querían asumir responsabilidades, sino vivir bajo su propia prudencia errática, cosecharon malos resultados de sus acciones y constantemente volvían al Señor a contarle sus errores, para al tiempo, cometer nuevamente las mismas conductas perniciosas de siempre. Sin embargo, Cada vez que estaban al borde de la destrucción, Dios mostraba misericordia y les perdonaba, hasta que un día, Elías cansado de ese comportamiento que ofendía al Señor, exclamó: “¡Basta! Tomad una decisión. ¿De qué lado estáis?”.
Moisés hizo a Israel una pregunta similar cuando se postraron ante el becerro de oro. Dijo: “¡Quien esté de parte del Señor, que venga conmigo!” (Éxodo 32:26). Su sucesor, Josué, desafió a Israel: “Elegid hoy a quién serviréis…”. (Josué 24:15). Y en Mateo 12:30 Jesús dijo: “El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama”. Jesús exige una respuesta. Exige que decidamos de qué lado estamos. Elige hoy a quién vas a servir.
Oración:
Señor, que Te elija siempre por encima de todas las cosas, pues sólo Tú eres digno de Toda alabanza, de Toda Gloria, de Toda Honra y por ello quiero vivir, para Ti y por Ti. Ayúdame a lograrlo, En El Nombre de Jesús, Amén.