Devocional:
Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado, Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré. (Salmos 28:7)
La verdad para Ti
La presencia de adversidad no significa la ausencia de Dios. En verdad El Señor está siempre presente en cada una de las situaciones apremiantes que enfrentamos. Y es que la promesa no ha sido tener un camino libre de preocupaciones, sino contar con qué, en cada una de ellas, Dios, nos dará la fuerza necesaria para afrontar esa prueba y superarla desde su misericordia y su gracia. No desperdicies tus adversidades, permite que cada una de ellas traiga los frutos que estén dentro de la voluntad del Señor, en su Debido tiempo.
Declarando la promesa:
No existe adversidad en la faz de la tierra que pueda derrubarme, pues la mano de aquel que todo lo puede, todo lo conoce y todo lo sabe, está de mi lado con sus ojos puestos en todo aquello que sucede en mi vida, y en cada una de las pruebas y dificultades que hoy enfrento. Por ello hoy decido imponer en mi vida, que cuanto más grande sea la prueba que enfrente, más cerca estaré del Señor, aprovechando tal lucha como una oportunidad de crecimiento espiritual. Job conoció dificultades inimaginables para cualquier hombre, así como Moisés, Noemí, Esther, David, Pablo. Cada uno de ellos fue victorioso en los tiempos perfectos de Dios, y de la misma forma, Confío en que yo también, por mi Padre Celestial seré librado.
Orando la Promesa
Señor gracias por estar presente conmigo en medio de las pruebas más difíciles. También te doy las gracias porque sé que me cuidas delante de esta nueva adversidad que hoy atravieso, y sé que ella no me derrumbará porque tu mano me protege y tus brazos me sostienen. Por ello, Padre, te confío esta situación apremiante, en la que sé que ya está obrando y operando para mí bien. Mantendré mis ojos puestos en Ti y no en mis problemas porque hiciste de mí un vencedor en todas mis adversidades y de la misma manera en esta prueba me librarás, y me llevarás en tus tiempos, al camino de la victoria. Gracias Señor, En El Nombre de Jesús, Amén.