Devocional:
Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. (Romanos 6:4)
Muchas veces queremos vivir un nuevo estilo de vida, pero no podemos porque nuestro corazón está atascado en palabras, heridas o pensamientos que nos causan dolor y resentimiento.
Estas heridas nos impiden tener una relación íntima con Dios y disfrutar de las bendiciones que Él ha preparado para cada uno de nosotros. No podemos vivir aferrados al pasado, contínuamente ligados a aquellos errores, omisiones, malos sentimientos que, o bien, nos hicieron sufrir, o con los que hicimos sufrir a otros. Tampoco debemos apegarnos a fracasos, objetivos no concretados, o logros que no llevamos a cabo y que hoy de una forma u otra pueden pesarnos. Si ese es el caso, atendamos las promesas de nuestro Padre Celestial y poderoso Pastor: Contigo estoy hasta el fin del mundo y a Tu lado me mantengo aún en la sombra de muerte; Venid a mi los que estén cansados y daré yo el descanso para vuestras almas.
¿Con tan hermosas promesas, porque quedarnos en aquello que pasó, y dejar por ello, de convertirnos en la nueva creación que el Señor espera de nosotros?
Como el Apóstol Pablo, debemos olvidar lo que quedó atrás y avanzar hacia lo que tenemos por delante (Flp 3,13). ¿Hay alguna carga que pesa en tu memoria o en tus emociones? Haz hoy una limpieza interior, con la ayuda de Dios. No dejes que el pasado obstaculice el presente y ensombrezca el futuro hermoso que el Señor, tiene guardado para Ti.
Oración:
Padre amado, que tu Espíritu Santo encuentre espacio para iniciar una reforma en mi interior. Dame nuevos pensamientos y sentimientos y ayúdame a caminar en tu voluntad, viviendo plenamente las bendiciones que tienes para mí hoy. En El Nombre de Jesús, Amén.