La congoja en el corazón del hombre lo abate; Mas la buena palabra lo alegra. (Proverbios 12:25)
Señor, en este día que hoy comienza y que pongo en Tus manos, quiero pedirte por Tu fuerza y Tu cuidado para superar el miedo y la incertidumbre que hoy me aqueja. Ayúdame a quitar de mi corazón la ansiedad y la angustia. Como creyentes, no nos has dado un espíritu de miedo, sino de amor, poder y de dominio propio para dominar nuestros pensamientos y sentimientos. Por ello, ante mis miedos recuérdame, Padre, tu amor por tus hijos, de forma que ese amor sea el impulso que nos lleve a amar a los demás y a ver las situaciones con una perspectiva de acción para Tu gloria, como lecciones para obtener sabiduría y aprender a caminar mejor tus caminos de verdad y de vida.
Que tu sabiduría sea la base de nuestras mentes sanas. Que recordemos que no tenemos por qué estar ansiosos y que, cuando nos sintamos tentados a estar ansiosos o preocupados, clamemos a ti poniendo nuestras preocupaciones en tus manos, como nos has ordenado. Nuestra preocupación al contrario de hacernos bien nos limita, y sólo tú podrías sacar de ella el fruto perfecto para poder nosotros servirte con mayor compromiso y fidelidad. Así que ayúdanos a entregarte todos nuestros pensamientos ansiosos y circunstancias apremiantes; haciéndolo de verdad en total confianza de que estás obrando, como siempre, para, el bien de Tus hijos, Señor.
Y finalmente, Padre, Que todo lo haces por nuestro bien, porque nos amas; podamos verlo aún cuando en muchos momentos no podamos comprender los maravillosos planes que guardas para nuestra vida. Que reine siempre Tu voluntad y que pueda yo vivir siempre por ella, En El Nombre de Jesús, Amén.