Señor, es tu naturaleza dar cosas buenas a tu pueblo. ¿Con qué frecuencia oro sin esperar una respuesta? ¿Cuántas veces te he pedido cosas, pero no he esperado para tomar en cuenta tu respuesta? ¿He fallado en darte reconocimiento porque no me di cuenta de tu respuesta a mis oraciones? A partir de ahora, cuando yo ore, por favor, pon mi mente en alerta y abre mis ojos para percibir tu respuesta, incluso si no es la que yo quiero. Prepara mi corazón para ser agradecido por tu respuesta, sin importar cuál sea, porque tú te has tomado el tiempo para responderme. Gracias por el don de la oración.
Sabed, pues, que Jehová ha escogido al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a él clamare. (Salmos 4:3)