Versículo:
Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová. Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza, Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira. (Salmos 40:3-4)
Comentario:
¿Conoces esa música molesta y aburrida que se te pega en la cabeza de vez en cuando y que no puedes olvidar durante días?
Así que hay algunos problemas y adversidades que enfrentamos en la vida; tratas de pensar en otra cosa, te distraes con una actividad, buscas ayuda, y nada… Cuando te das cuenta, estás pensando en ellos otra vez.
El salmista, en el versículo de hoy, comparte cómo logró “cambiar el disco”, “pasar la página”; habla, en línea con el versículo 1, de que el Señor actuó directamente sobre tu vida, tu mente, tus labios, como fruto de tu decisión de “esperarlo”.
Cuando confiamos plenamente en Dios, somos tomados por su favor y sostenidos frente a las luchas, esto hace que ya no nos torturemos con los problemas, ahora son responsabilidad del Señor. Esto es tan explícito que la gente que nos rodea se dará cuenta y será impactada por nuestra actitud.
En el versículo 4 encontramos la afirmación: “Bienaventurado el hombre que pone su confianza en el Señor”; esta es la indicación y la certeza que hace que nuestra mente sea libre para cantar otras canciones y refleja nuestra alegría en la alabanza a Dios.
Oración:
¡Señor, he elegido confiar!