Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. (Efesios 6:10-11)
Señor, ruego que me libres de cualquier fortaleza que el enemigo haya levantado para mi destrucción, bien sea a través de personas o situaciones que quieran derrumbarme y debilitar mi fe en Ti. Gracias porque sigues liberándome todos los días y guiándome por los caminos correctos según Tu voluntad. Te alabo como mi salvador y libertador.