Señor, oro que nunca haga nada necio que me aparte del camino que tienes para mí. Ayúdame a resistir la tentación de hacer algo que no sea recto delante de tus ojos. Si te he culpado por cosas que han pasado, confieso ese pecado y te pido me perdones. Dame la capacidad de tomar buenas decisiones en todas las cosas que hago. Quita toda la necedad de mi corazón y dame tu sabiduría para que me guíe en cada decisión.
La insensatez del hombre tuerce su camino, Y luego contra Jehová se irrita su corazón. (Proverbios 19:3)