Señor, no quiero perder lo que tienes para mi vida por no vivir de acuerdo a tus caminos. Habla a mi corazón en cuanto a los planes que tengo para mi vida que están haciendo que no logre completamente los planes que tienes para mí. No quiero asumir que estoy haciendo todas las cosas bien. No quiero vivir sin preguntarte cómo quieres que viva.
Y el que guarda sus mandamientos, permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. (1 Juan 3:24)