Escucha:
“No hay nada.” (1 Reyes 18:43)
Piensa:
Elías fue un hombre que supo tener esperanza; esperó con sólida esperanza hasta que vino la respuesta abundante. Frente a la oscuridad y a la perplejidad, él siguió esperando porque el mismo Dios de esperanza vivía dentro de él y esperaba por medio de él. Y no fue avergonzado, porque sucedió que a la séptima vez su criado dijo: “Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar”, ¡y al poco rato las nubes oscurecieron el cielo y vino una gran lluvia!
Y usted, ¿puede considerar que Dios es fiel aun cuando sólo hable en voz apacible y delicada? ¿Cuando no hay viento ni terremoto ni fuego? ¿Puede usted emprender el camino cuando ve que la nube no es mayor que la mano de un hombre? Puede usted decir: “No hay nada’, pero espero en ti. Mi mente está entenebrecida en cuanto al camino que debo tomar, pero tú lo sabes todo. ¡A ti alzo mis ojos!“
“No hay nada”, aunque la lluvia que se ha necesitado tanto y por tanto tiempo Ha sido prometida por Jehová, el Padre fuerte y verdadero. Y el cielo está azul y sin nubes y la tierra sedienta y seca, Mas no parece que van a venir aguaceros de los depósitos celestiales.
“No hay nada”, pero el profeta cree y confía en la palabra de su Señor; Porque no es un ídolo mudo, sino el Dios poderoso, omnipotente. Él ha visto sus obras maravillosas, él cree que todavía es fiel; Así que espera humildemente con paciencia la perfecta voluntad de Jehová.
“No hay nada”, oh, ¡cuántas veces el enemigo lo declara! No han dado ningún fruto tus luchas constantes, tus clamores y tus lágrimas. Y el corazón incrédulo dice: “Nada”; nunca antes su engaño ha sido mayor Porque la pequeña nube tan esperada aparece a la séptima vez.
“No hay nada”, pero habrá: Dios es todavía el gran “Yo Soy”. Él es ahora todopoderoso, fiel y siempre lo será;
Y las lágrimas, las luchas y los clamores están registrados en las alturas; No se han olvidado ni se han descuidado, sino que serán contestadas en el futuro.
“Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye.”
Ora:
Señor, cuando en mi situación llegue a creer que “no hay nada” manténme constante en mi fe y sólido en mi esperanza de modo que pueda decir: “pareciera que no hay nada, pero hay y habrá porque confío en la voluntad perfecta de mi Dios todopoderoso”. Amén.