Escucha:
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. (1 Corintios 6:20)
Piensa:
Hay algo más en la vida que tener éxito, y es que nuestra existencia tenga sentido. Esto es algo que a muchos les quedó claro al enterarse con tristeza del suicidio del muy querido y carismático actor Robin Williams el 14 de agosto del 2014. El éxito conseguido con películas como Jumanji o Hook no fue suficiente para que Williams encontrara una razón para seguir viviendo. Víctima de la depresión y las adicciones, la vida carecía de significado para él.
Dios decidió crear al hombre y a la mujer para amarlos y tener una relación de amistad con ellos. La Biblia dice que nos creó para su gloria. Cuando nosotros decidimos aceptar Su amor y el regalo de Su salvación, nuestra vida adquiere significado y propósito. No hay otra cosa en la vida que pueda darnos la paz y el gozo que nos da el tener una amistad con Jesús, obedecer Su Palabra y servirle con todo el corazón, la mente y el cuerpo.
Pascal dijo que existe un vacío en el corazón del hombre que tiene la forma de Dios y que solo Dios lo puede llenar. No intentes llenar con el amor de una pareja, con posesiones materiales o con éxito profesional el lugar que le corresponde a Aquél que dio Su vida para que la tuya fuera abundante, útil y feliz.
Espera grandes cosas de Dios. Emprende grandes cosas para Dios.
Ora:
Señor, en muchas ocasiones puedo sentirme triste, angustiado, con mi corazón turbado y sentir un vacío que puedo intentar llenar con cosas materiales, con familia, mis relaciones o mis amistades. Sin embargo dentro de esa realidad, puedo obviar que ese vacio solo ser ocupado por Tu presencia, y los galardones que de ella se desprenden: amor, misericordia, compasión, perdón, cuidado. Por ello Padre, te pido que en los momentos en que mi espíritu y mi corazón se encuentren débiles y contrariados, recuerde buscarte aún más, sabiendo que Te encontraré dispuesto para sostenerme, levantarme y llevarme de nuevo por Tus sendas de plenitud, alegría y paz. Amén