Las derrotas del pasado fueron una lección de como ser más fuerte, de como tener más fe. Que sean esas experiencias una motivación más para continuar y no la carga que no te deje avanzar. Recuerda que las decepciones inevitablemente aparecerán en nuestra vida y ante ellas será mejor tener presente cuánto valemos y no quedarnos paralizados por aquello que sentimos.