Pruebas de la Vida
De acuerdo a los planes del Señor en nuestra vida y a los objetivos que queramos alcanzar, encontraremos obstáculos y retos que superar y que pensaremos han durado más de lo imaginado. Ante esas pruebas largas de la vida, que nos quitan en un momento el aliento, la sabia palabra del Señor nos indica que la fe en sus planes y la paciencia harán resplandecer la luz al final del túnel: “En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo” (1 Pedro 6:7). Imagina cuando un vehículo es probado para salir al mercado, la empresa coloca todo su esfuerzo en dar al carro todas las pruebas necesarias para dar a su vez a los pasajeros la mayor seguridad. Así, también el Señor; Él a través de los problemas, da forma a nuestra fe; la hace real y palpable, y en ese proceso nos fortalece para cosas mayores y mejores.
Pruebas del Tiempo
En el momento en el que las cosas no parecen ir por buen camino. O cuando se juntan decisiones importantes, podemos tener la tentación de apurarnos, irnos por la primera opción, en un intento de resolver rápidamente el problema y en ese caso solo fallamos la prueba del tiempo, que nos indica justo en esos momentos, tener la mayor de las paciencias para reflexionar y en oración, pedir al Señor la sabiduría para tomar la mejor decisión; como dicta la palabra “ pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán” (Isaías 40:31). Asimismo, nos invade el miedo y la angustia y pasamos por alto que somos hijos de Dios; Él todo lo puede y todo lo controla: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.” (Salmos 46:10)
Pruebas en los Problemas
Romanos 8:28 resume de hermosa manera el cuidado que el Señor tiene para nosotros: “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.” Tan sabia escritura, nos llama a reflexionar sobre una verdad infalible de la vida: habrán cosas buenas, cosas malas, prosperidad y tiempos de vacío, alegrías y también tristeza, pero al final Él Señor ve el resultado y no los tropiezos del camino y te puedo asegurar que ese resultado, será siempre mejor de lo que esperábamos, porque incluso, las cosas negativas nos preparan para afrontar también retos mayores.
Recuerda que un hueso que se ha roto y sanado dos veces, es un hueso más fuerte. Cada vez que caigas y te levantes de la mano de Dios, serás un guerrero con más batallas, más sabiduría y mayor fortaleza.
Pruebas del Corazón
Pablo escribió a los tesalonicenses: “pues habiendo antes padecido y sido ultrajados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en nuestro Dios para anunciaros el evangelio de Dios en medio de gran oposición. Porque nuestra exhortación no procedió de error ni de impureza, ni fue por engaño, sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones” (1 Tesalonicenses 2:2-4). Muchas veces como Pablo, somos también probados de corazón. Pablo fue humillado, rechazado y ofendido por declarar la palabra de Dios, pero en sus mismas palabras a los tesalonicenses expresó con grandioso compromiso su gratitud y fidelidad al Señor. Las pruebas del corazón, son solo superadas si tratas de complacer a Dios y no al mundo: “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo.” (Mateo 5:11)
Dios nos revela las pruebas en el camino, como un espacio para crecer en Fe y convicción sobre Él y su forma de obrar en nuestras vidas. Ese obrar, siempre será para bien y con la naturaleza principal del Señor: el amor infinito a cada uno de sus hijos.