Escucha:
“Y vio Dios la luz que era buena” (Génesis 1:4)
Piensa:
Hoy en la mañana vi la bondad de Dios en los primeros rayos de sol y recordé este versículo de Génesis donde expresa que Dios vio la luz que era buena. Si Dios hizo la luz , Él ve la luz con peculiar interés porque él mismo es LUZ. Y si Él mismo es luz y Él mora dentro de mi…entonces su brillo se encuentra también en mi corazón.
Mientras vivas de acuerdo con la Palabra de Dios, nunca más tendrás que caminar en tinieblas. Jamás tendrás que sentirte confundido en cuanto a qué camino tomar. Nunca tendrás que caminar a ciegas, luchando por encontrar tu propio camino.
¿No es eso magnífico? ¿Saber que la Palabra de Dios te dará toda la luz que necesitas cada día de tu vida, si se lo permites?
A pesar de que a veces, nuestras dificultades, tristezas y pérdidas parecen desdibujar la luz del rostro de Dios, aun entre esas sombras oscuras, podemos ver pruebas de su presencia a nuestro lado y tener en Su Palabra la guía para no caer en tinieblas.
El Señor nunca perderá de vista el tesoro que Él en su amor ya ha colocado dentro de ti. Por ello pídele hoy que abra tus ojos espirituales para poder ver su grandiosa luz, que es la que habita en tu corazón.
Ora:
Señor, Cuando en tinieblas andaba llegaste como la luz de mi vida. Hoy quiero vivir en esa luz y compartirla con aquellos quienes no la tienen. Por ello Continúa sumiendo la oscuridad que nazca en mis días en el brillo de tu amor y misericordia. Amén