Escucha:
Te he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Elige, pues, la vida, para que vivan tú y tus descendientes. (Deuteronomio 30:19)
Piensa:
Yo empecé a fumar cuando tenía nueve años. Me gustaba porque me relajaba y durante mucho tiempo no quise dejarlo. En ese momento yo sabía que debería dejar de fumar, no quería hacerlo porque pensaba que me iba a subir de peso. Esa fue mi excusa por años. Luego entré en ese ciclo donde dejaba de fumar y volvía una vez más a hacerlo, lo dejaba y comenzaba otra vez.
Pero llegué a un punto de crisis donde quería fumar tanto que empecé a escabullirme durante la iglesia para recostarme en el asiento de mi carro y fumar. Fue entonces cuando supe que tenía que hacer un cambio.
Por lo general, llega un punto de crisis antes de que muchos de nosotros estemos dispuestos a cambiar. Por ejemplo, a veces se necesita un ataque al corazón para una persona para comenzar a comer bien. Pero no tienes que esperar por tu punto de crisis. Puedes tomar el toro por los cuernos y decir: “Ya basta”. “Hasta aquí.”
La Biblia dice que podemos elegir la vida. Dios te ha provisto con el apoyo y la capacidad de cambia. No tengas miedo de estar un poco incómodo por un tiempo. Yo finalmente he logrado ser libre, dejé de fumar y no fue fácil … pero no tuve que hacerlo sola.
Si piensas que no estás listo para cambiar, solo entrégaselo a Dios y di: “Ayúdame, ayúdame, ayúdame”. La buena noticia es que, con la ayuda de Dios y una decisión de tu parte para elegir la vida, puedes cambiar definitivamente para siempre.
Ora:
Señor , me has dado la opción, ¡y elijo la vida! Sé que el cambio es difícil, pero pido por Tú ayuda. Con tu ayuda y mi disposición de cambiar, sé que puedo superar cualquier obstáculo. Amén.