Escucha:
Tus ojos miren lo recto, Y diríjanse tus párpados hacia lo que tienes delante. (Proverbios 4:25)
Piensa:
Muchos pecados comienzan con los ojos. El corazón comienza a anhelar lo que los ojos contemplan. Son como anunciantes personales que nos informan sobre todas las opciones que tenemos a nuestra disposición. Su rango es enorme, pero no disciernen de manera natural. Absorben todo, y en nuestra debilidad, permitimos que exijan demasiado. Pueden llevarnos al anhelo de Dios y de su verdad, pero también pueden extraviarnos por caminos de codicia y lujuria.
Jesús impactó a sus discípulos con una advertencia en cuanto a nuestros ojos. Si uno de ellos hace que pequemos, debemos sacarlo y desecharlo (Mateo 5:29).
¿Es el ojo realmente tan corrupto? No, pero el pecado es así de serio. Hay que lidiar con él. Y la primera manera práctica de hacerlo es protegiendo los ojos.
Así como somos responsables de las cosas que llenan nuestro corazón y de las palabras que produce nuestra lengua, también somos responsables de lo que contemplan nuestros ojos. Demasiadas vidas que están en el camino correcto de la voluntad de Dios se han desviado por una mirada irrelevante. Un vistazo se torna en una mirada fija, una mirada fija se torna en un anhelo, un anhelo desvía al corazón y un corazón desviado causa estragos en la piedad y en el servicio. Las miradas rápidamente pueden convertirse en compulsiones y las compulsiones rápidamente se convierten en ídolos.
Haz un inventario de lo que miras. Los resultados te dirán mucho sobre lo que es importante para ti. Con toda probabilidad encontrarás algunas cosas que son inadecuadamente significativas para ti: un pasatiempo que te consume demasiado tiempo, un deseo perverso, una pasión contraria a la orientación que Dios te ha revelado para tu vida. Todo queda corto frente a la voluntad de Dios para nosotros.
La tendencia de mirar a otro lado indica una insatisfacción con lo que ya tienes. Si estás insatisfecho, la respuesta no está en mirar en otras direcciones; está en fortalecer tu mirada en el Salvador y en sus caminos. Fija tus ojos en lo que, en última instancia, es digno de tu atención. Contempla a Jesús.
Dios se glorifica más en nosotros cuando nosotros estamos más satisfechos con él.
Ora:
Señor, dirige mis ojos y mi mente a lo que realmente necesito, ayúdame a no caer en las distracciones del mundo sino a fijar mis ojos en Ti y en la grandiosa voluntad que me has guardado y que deseas que cumpla. Amén
Más Palabra Edificada / Justicia de Dios:
“Porque Jehová es justo, y ama la justicia;
El hombre recto mirará su rostro.” Salmos 11:7
“El es la Roca, cuya obra es perfecta, Porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad, y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto.” Deuteronomio 32:4
“Sí, por cierto, Dios no hará injusticia,
Y el Omnipotente no pervertirá el derecho.” Job 34:12
“Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó;
En la obra de sus manos fue enlazado el malo. ” Salmos 9:16
“Jehová en medio de ella es justo, no hará iniquidad; de mañana sacará a luz su juicio, nunca faltará; pero el perverso no conoce la verguenza.” Sofonias 3:5
“Mas sabemos que el juicio de Dios contra los que practican tales cosas es según verdad.” Romanos 2:2
“Pero Jehová permanecerá para siempre;
Ha dispuesto su trono para juicio. El juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con rectitud. ” Salmos 9:7-8
“Delante de Jehová que vino;
Porque vino a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con su verdad.” Salmos 96:13
“Mas el que hace injusticia, recibirá la injusticia que hiciere, porque no hay acepción de personas.” Colosenses 3:25
“Jehová es el que hace justicia
Y derecho a todos los que padecen violencia.” Salmos 103:6
“Porque Jehová vuestro Dios…hace justicia al huérfano y a la viuda; que ama también al extranjero dándole pan y vestido.” Deuteronomio 10:17-18