Escucha:
Me dijo luego: Hijo de hombre, todos estos huesos son la casa de Israel. He aquí, ellos dicen: Nuestros huesos se secaron, y pereció nuestra esperanza, y somos del todo destruidos…Y pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os haré reposar sobre vuestra tierra; y sabréis que yo Jehová hablé, y lo hice, dice Jehová. (Ezequiel 37:11,14)
Piensa:
El reino de Judá no escuchó la voz de la gracia, así que recibió el látigo de la disciplina. El pueblo del pacto fue desarraigado de su tierra y llevado en cautiverio. Perdieron su nacionalidad, su libertad, su templo, sus lazos. Ahora estaban en una tierra extraña, bajo un pesado yugo. El pueblo estaba desolado y sin fuerzas. Era como un valle lleno de huesos secos. No había vida ni esperanza de renovación. El profeta Ezequiel es transportado en espíritu a ese valle marcado por la muerte.
Una pregunta resonó en sus oídos: “Hijo de hombre, ¿puedes revivir estos huesos? El profeta respondió: “Señor Dios, Tú lo sabes. Esos huesos eran la casa de Israel” Toda la esperanza del pueblo había perecido. Muchos ya habían muerto en cautiverio. Otros se habían aculturado en Babilonia. El presente era doloroso y el futuro incierto. Pero Dios sopló en ese valle de huesos secos y levantó un ejército desde allí. Dios restauró a su pueblo y lo sacó del cautiverio babilónico.
El Señor puede restaurar nuestro pasado y bendecir nuestro futuro, siempre que nos aseguremos de llevar las únicas cargas importantes: las cargas de hoy. El ayer y el mañana ya están en Sus manos y no nos pertenecen, por ello lo que nos queda entonces es levantarnos de las adversidades del hoy, aprender de los errores de hoy, confiar en el poder del Señor, hoy.
Dios puede, ahora mismo, restaurar tu vida y reavivar tu esperanza. Aunque estés vestido de saco y cenizas, disparado por el dolor, puede levantarte del estercolero y hacerte sentar entre príncipes, siempre que confíes de corazón en Su misericordia infinita, en Su perfecto poder.
Ora:
Señor, restáurame de mi pasado y bendice mi futuro. Dame la disciplina y el carácter para llevar con mis fuerzas las cargas de hoy. Mi ayer y mi mañana son tuyos, decido ponerlos en Tus gloriosas manos. Amén.
Más Palabra Edificada / Esperanza y Fe en Dios:
-“Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; retoñará aún, y sus renuevos no faltarán.” Job 14:7
-“Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza, al Altísimo por tu habitación, no te sobrevendrá mal, ni plaga tocará tu morada.” Salmos 91:9-10
-“Porque no para siempre será olvidado el menesteroso,
Ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente.” Salmos 9:18
-“Esperanza hay también para tu porvenir, dice Jehová, y los hijos volverán a su propia tierra.” Jeremias 31:17
-“El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu descendencia.” Romanos 4:18
-“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor.” 1 Corintios 13:13
-“Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia…” Galatas 5:5
-“Tendrás confianza, porque hay esperanza;
Mirarás alrededor, y dormirás seguro.” Job 11:18
-“Del consejo del pobre se han burlado,
Pero Jehová es su esperanza.” Salmos 14:6
-“Y ahora, Señor, ¿qué esperaré?
Mi esperanza está en ti.” Salmos 39:7
-“Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza.” Salmos 62:5
-“Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
Seguridad mía desde mi juventud.” Salmos 71:5
-“Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.” Salmos 91:2
-“Clamé a ti, oh Jehová; dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes.” Salmos 142:5
-“En el temor de Jehová está la fuerte confianza;
Y esperanza tendrán sus hijos.” Proverbios 14:26
-“Oh esperanza de Israel, Guardador suyo en el tiempo de la aflicción…” Jeremias 14:8
-“Y Jehová rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero Jehová será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel.” Joel 3:16
-“Por lo cual mi corazón se alegró, y se gozó mi lengua, y aun mi carne descansará en esperanza…” Hechos 2:26