Escucha:
“Hay camino que parece derecho al hombre, Pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 16:25)
Piensa:
En la universidad recuerdo un famoso compañero al que le decían en clases “Señor perfecto”. Creía tener siempre la razón y pensaba que sus ideas aportaban la mayoría de las veces la solución correcta. De la manera más difícil aprendió que a pesar de estar en lo cierto la mayor parte del tiempo, él no era infalible y podía en consecuencia cometer errores. En los últimas dos pruebas de la asignatura fue corregido por uno de los alumnos promedio de la clase, con sobrada habilidad para esos temas en particular. No tuvo más camino que aceptar su falla y reconocer que no siempre nuestras determinaciones serán las acertadas.
Alguna vez te habrás encontrado con un “Señor Perfecto” o habrás podido copiar, de forma inconsciente, su actitud. En esas situaciones, Sentirse siempre capaz y autosuficiente como para necesitar la ayuda de otros, habrá significado ir en contra de la lección de la escritura de hoy: estar atentos a los caminos que parecen obvios y correctos, porque estos muchas veces serán contrarios al propósito del Señor en nuestras vidas.
Proverbios 16:25 se centra en las bifurcaciones que encontraremos en nuestro caminar con Dios. Aquellos momentos en los que, por increíble que parezca, tendremos que decidir entre la salida que pensamos correcta y la salida que es correcta a los ojos del Señor. Esos momentos serán frecuentes y además con la misma frecuencia podremos no percatarnos de cuál es la verdadera decisión que se alinea con el propósito de Dios para nuestras vidas.
Allí debemos solo a través de su palabra encontrar el discernimiento agudo en espíritu que permita tomar la decisión correcta. Proverbios 16:2 nos indica: “Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; Pero Jehová pesa los espíritus”. Oseas 14:9 también nos enseña que las determinaciones del Dios son las correctas: “Porque los caminos de Jehová son rectos”. Resumiendo lo que las escrituras piden de nosotros en estas situaciones, ella nos exhortan a: detenernos y pedir al señor, que su mano que guía, nos lleve por el camino necesario.
La vida será siempre una vereda de cambiantes direcciones. Por ello es vitalmente importante saber dirigirla para conducirnos en comunión fraternal con los que nos rodean, movidos por actos significativos de amor y servicio.
Así, buscar de Dios en oración para que nos indique el camino, no es solo una gran idea, es esencial: “Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas”. (Proverbios 3:5-6)
Ora:
Señor, dame la sabiduría para tomar las decisiones correctas que contribuyan al propósito que tienes para mi. Concédeme, a través de Tu palabra el discernimiento para renocer la diferencia entre los caminos que me alejan de Ti y aquellos que me acercan a Tu presencia. Amén.