Escucha:
“Vuélvete a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo” (Lucas 8:39)
Piensa:
Siempre he creído que Dios ha puesto en cada uno de nosotros, un mensaje que transmitir. Ese mensaje a lo largo de nuestras vidas se ha configurado por medio de las batallas que hemos librado y que hemos vencido en el nombre del Señor.
El versículo de hoy hace referencia al grandioso milagro de liberación que llevó a cabo Jesús en aquel hombre endemoniado condenado al abandono en un cementerio de su pueblo. Luego de haber sanado su alma la invitación de Jesús fue una: ve y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo.
Para difundir el mensaje del Señor no es necesario ser expertos ni tener respuesta a todas las preguntas, sino transmitir a otros la forma en que Dios ha cambiado nuestras vidas, usando como instrumento y guía su palabra.
En la medida en que dependemos del poder de Dios, para cumplir nuestra misión de vida, somos capaces de indicarle a un mundo que hoy sufre, el camino a seguir. Con su ayuda podemos testificar y con ello dar fe, del poder transformador de su presencia en nuestras vidas.
Ora:
Señor, te doy gracias, porque soy testimonio vivo de tu obra y poder transformador. Guíame a transmitir con serenidad y sabiduría, las grandes lecciones que a través de tu palabra me has heredado, porque son ellas las que día a día me muestran el camino a seguir. Amén.