Escucha:
“No temas delante de ellos, porque contigo estoy para librarte, dice El Señor” (Jeremías 1:8)
Piensa:
Dios está con los que le sirven en verdad, con los justos que se mueven por su amor y bondad para librarles; Él te librará. Recuerda como Daniel salió ileso de la fosa de los leones, y los tres jóvenes del horno de fuego. Tu caso no es tan desesperado como el de ellos; mas aun cuando así fuera, el Señor te sostendrá y harás más que vencer.
Teme al temor. Ten miedo de ser cobarde. El peor enemigo es el que llevas dentro de ti. Arrodíllate y pide socorro, y después levántate diciendo: “Confiaré y no temeré”.
Hoy estoy consciente que no importa cuales sean los ataques y quebrantos Dios me librará.
Ora:
Señor, líbrame de la opresión del miedo, lléname de paz, amor y tira por tierra cualquier influencia que inspire miedo en mi persona, otórgame la sabiduría necesaria para poder comprender que en Ti encontaré el valor que necesito para seguir adelante y no retroceder. Contribuye a que con tu bondad y amor pueda vencer al mal. Amén.