Escucha:
El corazón del hombre piensa su camino; Mas Jehová endereza sus pasos. (Proverbios 16:9)
Piensa:
La gente a menudo se pregunta: ¿Qué se supone que debo hacer con mi vida? ¿Cuál es mi propósito para estar vivo? ¿Dios tiene un plan para mí? Una forma en que Dios responde estas preguntas es a través de nuestros dones y habilidades naturales. Nos lleva a comprender nuestro propósito a través de las habilidades y talentos que Él nos da.
Un talento dado por Dios, o lo que a menudo llamamos «un don», es algo que podemos hacer fácilmente, algo que viene naturalmente. Por ejemplo, muchos grandes artistas saben cómo juntar formas y colores, por lo que les gusta pintar, esculpir o diseñar edificios. Muchos compositores escuchan música en sus cabezas, y simplemente escriben estas melodías y / o letras para hacer música hermosa. Algunas personas tienen habilidades naturales para organizar o administrar, mientras que otras tienen el don de consejeros, lo que ayuda a las personas a resolver sus vidas y relaciones. No importa cuáles sean nuestros talentos, obtenemos un gran placer al hacer lo que naturalmente hacemos bien.
Si no estás seguro de tu propósito en la vida, solo haz lo que eres bueno haciendo y luego observa a Dios confirmar tu decisión al bendecir tus esfuerzos. No te pases la vida tratando de hacer algo para lo que no estás dotado para hacer. Cuando las personas trabajan en trabajos donde no están dotadas, son infelices, y también lo son todos los que les rodean. Pero cuando las personas están en sus lugares apropiados, se destacarán en sus trabajos y serán una bendición para sus empleadores y compañeros de trabajo. Si hacemos lo que sabemos hacer bien, sentiremos la unción de Dios (presencia y poder) en nuestros esfuerzos. Sabremos que estamos operando en nuestros dones y que hacerlo honra a Dios y ministra la vida de los demás. Dios nos habla a través de esta unción, dándonos paz y alegría al saber que estamos cumpliendo Su plan para nuestras vidas.
Haz lo que eres bueno haciendo: es un regalo de Dios para ti.
Ora:
Señor, gracias por haberme regalado dones únicos para usar por el bien de otros y glorificarte. Ayúdame cada día más, a identificarlos y a usarlos para cumplir siempre Tu voluntad. Amén.