Escucha:
Pero él da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes. (Santiago 4:6)
Piensa:
La gracia es el poder de Dios para vivir de la manera en que Él te llamó a vivir. Sin embargo, Dios no nos dará la gracia de vivir fuera de Su voluntad. Si Él nos dice que no hagamos algo que decidamos hacer de todos modos, experimentaremos la dolorosa pérdida de Su unción.
La gracia es igual a la capacidad. Dios nos da la gracia para que coincida con Su llamado en nuestras vidas. Cuando hacemos nuestras propias cosas, lo hacemos por nuestra cuenta. Cuando nosotros seguimos Su dirección, Él siempre proveerá la gracia y la energía para hacer lo que nos está llamando a hacer.
La mejor parte es que, mientras tenemos que elegir recibir Su gracia, no tenemos que hacer nada para ganarla. Cuando eliges seguir el llamado de Dios, Él está listo y dispuesto a ayudarte. Jesús murió para cubrir tus pecados y entonces tú puedas caminar rectamente delante de Dios con acceso al Espíritu Santo que puede ayudarte a navegar en la vida cotidiana.
Te pido hoy que te asegures de estar en posición de recibir Su gracia y capacidad. Si estás tratando de seguir tu propio camino, dile a Dios que quieres seguirlo y pídele ayuda. Él siempre será fiel para darte Su gracia.
Ora:
Señor, no puedo vivir la vida con éxito sin Tu gracia en mi vida. Quiero seguir Tu llamado, y te pido que me ayudes a vivir todos los días de la manera que Tú quieres que yo viva. Que mis planes sean resguardados por Tu grandiosa protección y que cada paso que emprenda sea siempre glorificando Tu voluntad en mi vida. Amén.